Las setas como alimento son una opción nutritiva y versátil que impulsa las tendencias culinarias. Con diversos sabores y texturas, atienden a consumidores preocupados por su salud y dietas basadas en plantas. Como fuente sostenible de proteínas, los hongos se alinean con prácticas ecológicas, mientras que las variedades exóticas y especiales satisfacen la demanda de experiencias culinarias únicas. Los beneficios funcionales de ciertas especies aumentan su popularidad. Desde la agricultura urbana hasta la cocina de fusión global, los hongos son un actor clave en la evolución del panorama alimentario, inspirando productos y recetas innovadores que atraen a una amplia gama de gustos.
El consumo mundial de hongos fue de 14,35 millones de toneladas en 2020 y se espera que alcance los 24,05 millones de toneladas en 2028.
Sólo unas 25 especies han sido percibidas como comestibles y cultivadas intensivamente (15), mientras que sólo unas pocas especies son el hongo comestible más producido y consumido en todo el mundo: Agaricus bisporus (hongo blanco, 22%), seguido de Lentinus edodes (shiitake, 19%) , Pleurotus spp. (hongo ostra, 15%) y Flammulina velutipes (hongo enoki, 11%).
Los champiñones (Agaricus bisporus) son hongos pequeños, de sabor suave, con sombrero redondeado y tallo corto. Tienen un sabor delicado y una textura firme cuando se cocinan. Versátiles y ampliamente utilizados en varios platos, son una opción popular por sus sutiles notas terrosas y su naturaleza culinaria adaptable.
Los hongos cremini (Agaricus bisporus) están estrechamente relacionados con los champiñones, pero son más oscuros y sabrosos. Con una capa de color marrón claro a medio, una textura más firme y un sabor más rico en comparación con los botones, ofrecen una esencia terrosa más profunda, lo que los convierte en un ingrediente versátil en diversas cocinas.
Los hongos portobello (Agaricus bisporus) son hongos cremini maduros. Con una tapa ancha y plana y una textura densa y carnosa, cuentan con un fuerte sabor a umami. A menudo se utilizan como sustitutos de la carne debido a su tamaño y calidad abundante, y son populares para asar, asar y rellenar platos culinarios.
Los hongos ostra (Pleurotus ostreatus) se reconocen por su apariencia de concha de ostra y sus delicados sombreros en forma de abanico. Vienen en varios colores, desde el blanco hasta el gris y el rosa. Con un sabor suave a nuez y una textura tierna, se prefieren para saltear, hacer sopas y agregar una profundidad sutil a los platos.
Los hongos rebozuelos (Cantharellus cibarius) son apreciados por su vibrante color dorado y su forma de trompeta. Con un aroma afrutado y un sabor que equilibra lo dulce y lo terroso, ofrecen una experiencia culinaria única. A menudo salteados o utilizados en preparaciones gourmet, aportan un toque de elegancia a los platos.
Los flammulina velutipes, también conocidos como hongos enoki, tienen tallos largos y delgados y pequeñas tapas blancas. Su textura crujiente y su sabor suave y ligeramente afrutado los convierten en los favoritos para ensaladas, sopas y platos asiáticos. Añaden un delicado crujido y atractivo visual a las creaciones culinarias.
Una revisión de 17 estudios sobre el cáncer realizados entre 1966 y 2020 muestra que comer solo 18 gramos de hongos (equivalentes a aproximadamente 1/8 de taza o dos hongos medianos) al día puede reducir el riesgo de cáncer hasta en un 45%. Los hongos son una poderosa fuente de ergotioneína, un aminoácido y antioxidante que previene o retarda el daño celular.
Los champiñones son un excelente sustituto de la carne roja y minimizan las calorías, la grasa y el colesterol. Las investigaciones muestran que los hongos shiitake, en particular, ayudan a mantener bajos los niveles de colesterol. Contienen compuestos que inhiben la producción de colesterol, bloquean la absorción del colesterol y reducen la cantidad total de colesterol en la sangre.
La vitamina D ayuda al cuerpo a absorber calcio para mantener y desarrollar huesos fuertes. Muchas personas dependen de suplementos o de la luz solar para obtener vitamina D, pero si buscas obtener este nutriente a través de tu dieta, los hongos pueden ser la respuesta. Son el único tipo de producto que es fuente de vitamina D.
El sodio y la presión arterial alta suelen ir de la mano. El sodio hace que el cuerpo retenga un exceso de líquido, lo que puede aumentar la presión arterial. Para disminuir su consumo de sodio, considere agregar champiñones a sus comidas.
Los investigadores continúan estudiando los efectos del consumo de hongos sobre el deterioro cognitivo leve (DCL). El deterioro cognitivo leve causa dificultades de memoria y lenguaje y, a menudo, es un precursor de la enfermedad de Alzheimer. En un estudio realizado en Singapur, los participantes que comían más de dos tazas de champiñones a la semana tenían un riesgo 50 % menor de desarrollar deterioro cognitivo leve. Incluso aquellos que comieron sólo una taza vieron algún beneficio. Los hongos que comieron los participantes incluyeron champiñones dorados, ostra, shiitake y blancos.
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