El oro se considera uno de los metales más preciosos de este planeta. Hasta ahora, los científicos no han podido justificar por qué se encuentran depósitos o concentraciones de oro, ya que es uno de los metales más inertes de la tabla periódica, lo que significa que no reacciona fácilmente con otros metales y sustancias. Ahora un grupo internacional de geoquímicos ha descubierto con éxito la concentración de oro junto con el arsénico que conduce a la formación de la mayoría de los depósitos de oro. Esto también explica por qué muchos de los mineros de oro han estado en riesgo de envenenamiento por arsénico.
El oro se valora por su pureza y estabilidad, y es lo suficientemente raro como para conservar su valor: el Consejo Mundial del Oro estima que todo el oro jamás extraído en el mundo cabe en un cubo de 20 x 20 x 20 metros. En la naturaleza, algo de oro existe en forma de pepitas de oro, pero una cantidad significativa está ligada a minerales como la pirita y la arsenopirita, que son minerales que contienen hierro y arsénico. Estos minerales actúan como esponjas para el oro y son capaces de concentrar hasta 1 millón de veces más oro que otras partes de la naturaleza (como las aguas termales que contienen oro). Este oro es invisible a simple vista ya que está químicamente unido a minerales.
Un equipo de científicos utilizó un intenso haz de rayos X producido por el Sincrotrón Europeo (ESRF) en Grenoble, Francia, para estudiar los efectos de los minerales de oro concentrados, que pueden probar los enlaces químicos entre los minerales y el oro. Descubrieron que cuando el mineral se enriquece con arsénico, el oro puede ingresar a los sitios estructurales del mineral uniéndose directamente al arsénico (formando, químicamente hablando, enlaces Au(2+) y As(1-), lo que permite que el oro se estabilice en el mineral. Sin embargo, el oro sólo forma débiles enlaces oro-azufre con elmineral cuando la concentración de arsénico es baja ya que el oro no ingresa a la estructura mineral.