COVID-19 Impact on Pharmaceutical Packaging in Chemicals and Materials Industry

No hay ruta de salida para el parásito de la malaria:

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  • 28 de julio de 2021

Investigadores del Instituto Francis Crick y del Instituto Letón de Síntesis Orgánica han desarrollado un compuesto similar a un fármaco que bloquea eficazmente un paso crítico en el ciclo de vida del parásito de la malaria y están trabajando para hacer de este compuesto el primer tratamiento posible para malaria. Medicamento y el control de mosquitos han reducido los niveles de malaria en las últimas décadas, pero el parásito aún mata a más de 400.000 personas cada año e infecta a muchas más. En su investigación publicada en PNAS, los científicos desarrollaron una serie de compuestos diseñados para evitar que el parásito abandone los glóbulos rojos, un proceso vital para su replicación y ciclo de vida. Los parásitos de la malaria invaden los glóbulos rojos (RBC) donde se multiplican antes de ingresar al torrente sanguíneo y luego repiten el proceso. Mike Blackman, autor principal y líder del grupo del Laboratorio de Bioquímica de la Malaria en Crick, informó que este ciclo conduce a la acumulación de glóbulos rojos infectados, lo que provoca enfermedades mortales.

Si podemos atrapar eficazmente la malaria en la célula bloqueando la ruta de salida del parásito, podríamos detener la propagación de la enfermedad y detener su ciclo devastador de células invasoras. El compuesto actúa bloqueando una enzima llamada SUB1, que es una enzima esencial para un brote de malaria. Los investigadores esperan que este efecto del fármaco supere la resistencia que ha adquirido el parásito. Es importante que la conexión también pueda atravesar las membranas de los glóbulos rojos y el compartimento dentro de la célula en el que se encuentran los parásitos. El equipo continúa optimizando el compuesto, haciéndolo más pequeño y más potente. Si la optimización tiene éxito, primero se probará en animales para demostrar que es seguro. Sólo entonces estará disponible para los humanos.

Este enfoque, que ya ha permitido encontrar nuevos tratamientos muy exitosos para enfermedades como el VIH y la hepatitis C, podría ser la clave para una lucha sostenible y eficaz contra la malaria durante muchos años.