Se ha observado que el roce del ala de un insecto actúa como una herramienta importante para capturar a su presa y se predice que algunos insectos son tan dañinos que te llevarán a la muerte. Nuestros mayores dicen que debemos evitar sostener insectos en nuestras manos porque sin querer pueden causar mucho daño al cuerpo humano con su picadura, por lo que debemos mantener una distancia segura de ellos para evitar lastimarnos. Pero ahora un descubrimiento biológico, que dice que la planta, tiene el poder de capturar un insecto y matarlo quitándole energía. Las respuestas sensoriales y táctiles de estas plantas aún no se comprenden bien porque hay mucha ciencia por descubrir detrás de ellas. Y, a nivel molecular, es muy difícil entenderlos porque llevan en su interior una estructura muy compleja.
Ahora, un nuevo estudio ha identificado una proteína clave involucrada en la sensibilidad al tacto de las trampas para moscas y otras plantas carnívoras. Las proteínas son uno de los principales factores para desarrollar una estructura como esta. Los hallazgos, publicados en la revista Life, ayudan a explicar un proceso muy crítico que ha desconcertado a los investigadores durante mucho tiempo. Esto también podría ayudar a los científicos a comprender mejor la situación de cómo las plantas de todo tipo perciben y responden rápidamente a la estimulación mecánica, lo que también podría tener una aplicación potencial en terapias médicas que estimulan mecánicamente células humanas como las neuronas y otras células.
Hablando de la Venus atrapamoscas, se considera que tiene una respuesta muy rápida al tacto y el movimiento es tan rápido que es invisible a simple vista. Esto se considera una gran oportunidad para que los investigadores estudien más sobre el tacto sensible de las plantas y estudien una modalidad sensorial que históricamente ha sido poco comprendida.
