En medio del coronavirus, llevamos un nuevo estilo de vida normal. Sin duda, es cierto que la mayoría de las personas han cambiado sus interacciones de fuera de línea a en línea y, por lo tanto, el tiempo de pantalla de las personas ha aumentado gradualmente. Esto enferma mentalmente a los humanos e incluso sus ojos pueden sufrir daños debido a ello. Ahora las videollamadas por zoom han reemplazado a las clases presenciales, eventos online, conferencias, reuniones de trabajo y otras cosas. Básicamente, nos concentramos en una pantalla durante mucho tiempo y, por lo tanto, seguimos analizando las cosas tal como están presentes en la pantalla. La pregunta es si ese tiempo frente a la pantalla daña nuestra visión y no podremos ver correctamente en el futuro. La respuesta es tal vez o tal vez no. Según una nueva investigación, analizada por grandes científicos y pymes altamente expertos, resulta que nuestra percepción visual se ha vuelto muy adaptable y estamos acostumbrados. Cuando se compara con escenas de la vida real, seguimos asumiendo cómo se verá en una pantalla y si las texturas y el color serán iguales o no.
Esta investigación fue estudiada adecuadamente por investigadores del laboratorio del profesor de psicología y coordinador de ciencias cognitivas y cerebrales, Peter Gerhardstein, ubicado en la Universidad de Bringhamtom. Nuestra percepción depende en gran medida de cómo pensamos sobre una cosa en particular y cuáles son nuestras opiniones al respecto. Hay posibilidades de que lo que vemos en una pantalla no sea necesariamente cierto pero sí lo percibamos como la verdad. Podemos desarrollar problemas médicos graves y dañinos si no reducimos el tiempo que pasamos frente a la pantalla, ya que nuestra salud mental debe seguir siendo nuestra máxima prioridad. La investigación se centra en un elemento básico de la visión: nuestra percepción de la orientación en el entorno.